PIEL-L LATINOAMERICANA

Edición Nº 107, año III, viernes 31/03/2006

Editorial: Sobre los Casos Clínicos

PIEL-L LATINOAMERICANA desde su inicio se ha caracterizado por la presentación de casos clínicos, tradicionalmente exponemos a los distinguidos lectores un promedio de tres (3) casos por edición, si multiplicamos ciento siete ediciones, que son las que llevamos hasta el día de hoy, por tres nos dará un abultado número de trescientos veintiún casos clínicos (107 X 3 = 321 casos), pero más aún, como ustedes saben PIEL-L LATINOAMERICANA tiene más tiempo, pues en la primera etapa (aproximadamente 4 años ) salíamos más frecuentemente, hasta tres veces por semana, lo que obviamente aumentaría este número de casos clínicos  a una cifra realmente impresionante. La medicina tradicionalmente se ha hecho y muy probablemente se seguirá haciendo a partir de “casos clínicos”. Antes los cambios y avances en la metodología de la investigación, de la medicina basada en la evidencia,  estudio de casos y controles, los estudios de cohortes, los metanálisis y los experimentos clínicos aleatorios, los casos clínicos aislados o incluso en series, se  han desprestigiados.

Los casos clínicos son tal vez la presencia viva del problema, literalmente los tenemos ahí, frente a nosotros,  puede ser el primer paso hacia una carrera investigativa, la primera demostración de interés en una determinada enfermedad y puede servir de base para conocer algunos aspectos de su comportamiento en nuestro medio ambiente y finalmente puede ser un motor de generación de hipótesis para venideros trabajos.

La descripción de una enfermedad en un paciente es, después de todo, lo más parecido al ejercicio clínico diario. Nosotros durante nuestros estudios de medicina debíamos organizar por escrito y en presentaciones a través herramientas de productividad basadas en la informática y la multimedia,  datos biográficos y clínicos de un paciente con el objeto de presentarlo en la cátedra, la cual ahora es transferida a nuestros colegas; esto es prácticamente rutinario y gran parte de nuestra actividad esta basada en esta gestión o función.

Muchas de las revistas médicas más importantes a las cuales la mayoría de los médicos tenemos acceso, tienen el caso clínico del mes, como es el caso de Lancet y/o del New England Journal of Medicine, por nombrar unas de las más importante.

Lo relevante del caso clínico es comprender su papel y ser muy conciente de sus limitaciones; un caso aislado no puede usarse como comprobación de nada, ni puede emplearse para hacer inferencias sobre lo común o lo infrecuente de algún hecho determinado. Tratar de demostrar casualidad a partir de uno, o de unos pocos casos, indica claro desconocimiento de cómo funciona el pensamiento científico.

PIEL-L LATINOAMERICANA , a través de sus acostumbrados casos clínicos,  quiere llevar una función eminentemente didáctica y en la mayoría de las veces informar o transmitir las presentaciones atípicas, infrecuentes y a veces muy demostrativas que nos enseñan y nos permiten grabar la imagen  de algunas dermopatías; interpretaciones equivocadas que se podrían presentar en otras circunstancias. En resumen el caso que solemos presentar, pensamos, que en la mayoría de las veces es interesante para los lectores y/o suscriptores habituales de PIEL-L LATINOAMERICANA.

La idea subyacente en un caso clínico es que el lector reconozca y sepa qué hacer al toparse con un paciente similar en el futuro, claro está, en muchos casos presentamos los retos diagnósticos y los retos terapéuticos en donde el equipo presentador no tiene claro el diagnostico o tiene dificultades para tratarlo o manejarlo, en este sentido esperamos que el foro de discusión, constituido por los suscriptores y/o lectores aporten luces que al final nos servirán a todos aumentar nuestro conocimiento.

Esta actividad y/o ejercicio, si logramos motivar a todos los amigos latinoamericanos, sin temor a equivocarnos, podría constituirse en una gran escuela que beneficiará a los Residentes de Post-grados, tan ausentes de esta práctica, a los Dermatólogos, a los colegas con profesiones afines y finalmente a nuestros pacientes objetivo final de nuestros esfuerzos.

Los Editores